miércoles, 10 de julio de 2013

Chevron, Chevron, qué grande sos

¿Qué haría usted con 19.000 millones de dólares? ¡Qué pregunta a alguien que apenas llega a fin de mes! Primero hay que representarse la suma y luego… pero para qué, si nunca nos arrimaremos a semejante masa de dinero. Pero si dirigimos la pregunta a John Rockefeller la cosa cambia. El sí sabe cuánta plata es esa, porque es una pequeña fracción de su fortuna y además sabe qué hacer: asociarse con YPF, la empresa petrolera argentina que dejará de serlo, si no dejó ya, para convertirse en un apéndice que no duele de la sucesora de la Standard Oil, que supo ser la petrolera más grande del mundo.
Los hermanos ecuatorianos
Recientemente, desoyendo un pedido del gobierno “hermano” del Ecuador, donde Chevron está condenada por contaminar, la Corte Suprema argentina dejó sin efecto un embargo por 19.000 millones de dólares contra la petrolera, y allanó el camino para “capitalizar” a YPF con dinero del imperio al que el gobierno nacional no ahorra críticas, al menos en público.

Cristina no hizo lugar a un pedido de Correa de no levantar la sanción contra Chevron, que explicaba la influencia terrible que había tenido la contaminación sobre los pueblos originarios del Ecuador.

Pero Cristina no recibe a los Qom -aunque sí el Papa- porque quizá entrevea alguna mano opositora como en casi todo lo que se mueve. E incluso lo que no se mueve, como la estatua de Colón que le molesta la vista, ya que está justo debajo de la ventana de su despacho, y por eso quiere mandar al almirante caminando a Mar del Plata.
El gobierno mandó a Guillermo Moreno a pegar en la embajada norteamericana en Buenos Aires unos gritos para demostrar que el gran ogro del comercio es capaz de ex abruptos también en los intestinos del imperio antes de salir al exterior.
Y gritó contra Clarín, acusando a dos de sus periodistas de tener las manos manchadas en sangre. No recordó Moreno que fue él quien permitió que Clarín fuera subsidiada regiamente cuando la pesificación asimétrica, cuando era funcionario de Duhalde, y el que permitió cuando era funcionario de Néstor que las dos empresas de cable del ahora “grupo monopólico” se unieran en una sola, y los televidentes que se arreglen.
Los hermanos sean unidos

El hermano del presidente de YPF, que anunció el gran arreglo con Chevron, entrerriano él, se apresta a instalar una fábrica de bioetanol en Concordia, con ayuda del gobierno provincial. Es notable como se entrecruzan los negocios de los dirigentes nacionales y populares que tenemos.
El presidente de YPF llevó al gobernador Sergio Urribarri a Inglaterra para informarse del fracking, que quiere imponer a capa y espada en Entre Ríos, si es preciso contra la voluntad de los Concejos Deliberantes que ven el peligro. El hermano del presidente de YPF, de la mano del gobierno nacional y del gobierno entrerriano, dispone de algunas decenas de millones de pesos para instalar una fábrica en Concordia, dentro del mismo ramo energético de su hermano que vino de Inglaterra para cerrar negocios con Chevron.
Chevron contamina, pero cae bien
Chevron fue condenada en Ecuador, acusada de causar daños ambientales en la Amazonia, y en 2012 fue condenado a pagar 19.000 millones de dólares por una contaminación atribuida a Texaco -adquirida por Chevron en 2001- durante su operación en este país entre 1964 y 1990.

Chevron argumentó entonces que la firma solo tiene en Ecuador “activos mínimos de sus empresas filiales” y combatió la decisión judicial, llevando la causa a tribunales internacionales.

Los demandantes, por otro lado, aseguraron en un comunicado que “consideran prioritario que Chevron pague el monto de la sentencia como único mecanismo para evitar que la contaminación cobre más víctimas”.

Acá sabemos perdonar

Así son las cosas en Ecuador. En la Argentina estamos llenos de perdón hacia Chevron y anunciamos con alborozo la entrega de YPF a manos tan idóneas como las que contaminaron la Amazonia y han cometido toda clase de atropellos y tropelías en todo el mundo y porqué no, en la Argentina
La procuradora general de la Nación, Alejandra Gils Carbó, brazo kirchnerista en la Corte, pidió al tribunal que suspenda la aplicación del embargo que un juez argentino aplicó sobre los activos de Chevron Argentina, como extensión del embargo ecuatoriano. Somos de la Unasur, somos hermanos de Evo y lamentamos la muerte de Chávez, somos nacionales y populares, nos molesta que los argentinos piensen en dólares, pero al final, el dinero no tiene patria y a él nos rendimos

Un iraní en el exilio

A mediados de mayo, el presidente de YPF, Miguel Galuccio, y su par de Chevron para América Latina y África, el iraní Ali Moshiri, firmaron un acuerdo comercial para desarrollar petróleo y gas en la formación Vaca Muerta, en Neuquén.

Chevron es la sexta productora de petróleo de la Argentina, con casi un cinco por ciento de la oferta nacional de acuerdo con números del Instituto Argentino del Petróleo y del Gas (IAPG).

Quién es Chevron hoy en día

Chevron Corporation es una empresa petrolera estadounidense constituida en 1911 en California, tras la disolución del trust Standard Oil, bajo el nombre de Standard Oil of California. En un período de más de cuarenta años, John D. Rockefeller llevó la Standard Oil a ser la compañía más grande del mundo por mucho tiempo.

Dispone de importantes yacimientos petrolíferos y de gas natural, refinerías de petróleo y buques petroleros. Por su volumen de ventas (27.342 millones de dólares) ocupó en 1983 el undécimo lugar entre las mayores empresas industriales del mundo de economía de mercado. En dicho año obtuvo unos beneficios de 1.590 millones de dólares y empleó a 40.000 trabajadores.

A comienzos de 1984 adquirió la propiedad de la Gulf Oil Corporation por un importe de 13.400 millones de dólares y cambió su nombre por el de Chevron, firma que en 1987 ocupó, por su volumen de ventas (26.015 millones de dólares), el 23º lugar entre las mayores empresas industriales del mundo de economía de mercado. En 2009 fue clasificada por la revista Fortune como la quinta empresa con mayor caudal monetario del mundo.
Lo que más sube es el precio de la nafta

Con esa empresa, Galuccio firmar un contrato que salve su gestión, que no ha mejorado la disponibilidad de reservas de gas ni de petróleo, no ha aumentado la producción, al contrario el único aumento real que ha conseguido es el del precio de la nafta, que hoy casi dobla el del dólar oficial.
Pero resulta que YPF fue nacionalizada con argumentos de soberanía nacional en materia de combustibles que recordaban a Mosconi. Pero ahora ¡pum para abajo! Volvemos no ya a Repsol, a la que YPF le pagará indemnización en lugar de cobrarle como se decía al comienzo, sino que salimos de Guatemala para caer en Guatepeor: en lugar de Repsol, la Standard Oil con su nombre actual de Chevron.

Cristina es peronista

En este punto Cristina es peronista: cuando se le había acabado la prosperidad de posguerra, Perón negoció un contrato con Chevron, que se llamaba entonces Standard Oil, para aumentar la producción de YPF. Ahora Galuccio hará lo mismo o deberá dejar YPF sin gloria pero con pena y quizá con alarido.
Debemos creer al hombre fuerte de la economía argentina, el joven Axel Kiciloff, quien dijo con todo acierto que por ser Repsol multinacional, jamás protegería los intereses del productor y el automovilista argentino, objetivos que solo se puede proponer y alcanzar el Estado.
Vino Galuccio, vinieron las promesas, nos sentimos orgullosos y soberanos por un cuarto de hora. Lo que pasó fue que aumentaron las importaciones y la sangría de divisas que una de las causas del cepo el dólar, inexistente según el “relato” oficial.

Antes de hundirme, me agarro de lo que venga

Una vez expulsada Repsol por las razones nacionales y populares apuntadas, el gobierno da otro manotazo de ahogado y se agarra de un tronco grande, pero que cobra caro su auxilio, como saben todos los países del Tercer Mundo donde puso el pie: Chevron.
Se dice que en tiempos de Perón el presidente de YPF protestó y lo echaron. Luego Frondizi escribió su célebre libro “Petróleo y política” y lo archivó cuando llegó al poder. Kicillof quizá no protesta sino que retoque su relato para darle la coherencia que no le debe faltar. Alguien luego escribirá un libro para explicar todo el asunto, quizá uno de los miembros de “Carta Abierta”, cuyo trabajo es encontrar razones para todas las acciones oficiales.
Según el contrato que Cristina anunciaría en breve, Chevron debe invertir 1500 millones de dólares para explotar petróleo no convencional, es decir, mediante la técnica contaminante y peligrosa del fracking, en Loma La Lata Norte y Loma Campana.

Fuente: AIM – 10 de julio de 2013.

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