sábado, 31 de agosto de 2013

Los gases de los pagadores seriales

Por Carlos Del Frade 

Los argentinos somos pagadores seriales… dijo la presidenta de la Nación, Cristina Fernández de Kirchner, al anunciar un tercer canje de bonos con los tenedores del 7 por ciento de la deuda eterna de la Argentina. Esa que, según explicó, ya se devoró 173.333 millones de dólares surgidos del pueblo en los diez años de la administración kirchnerista. También sostuvo la presidenta que solamente sectores “minoritarios” de la sociedad están en contra de esta “decisión madura y responsable” de pagar. Calificó la deuda de “soberana”. Curioso adjetivo que supone que esos dineros fueron para satisfacer necesidades de las mayorías y que los créditos fueron pedidos por los trabajadores. El 13 de julio del año 2000, el juez Jorge Ballesteros demostró que esa deuda era ilegítima, ilegal, usuraria y que ya había sido pagada, largamente, la exigida en su primer momento. Ese fallo debió tratarse en el Congreso de la Nación pero no se hizo así.


La principal estafa que terminó encubierta por la deuda externa eterna fue la perpetrada contra Yacimientos Petrolíferos Fiscales, la empresa que hizo desarrollar cada pueblo de la Argentina durante gran parte del siglo veinte porque el petróleo y el gas son propiedad de la Nación, no de las provincias como consagró la Constitución de 1994 cuando le quitó la potestad al estado nacional.

El martes de esta misma semana, el gobierno hizo otro anuncio de peso: dejarán de pagar impuesto a las ganancias los salarios en blanco inferiores a los 15 mil pesos, algo que venía siendo reclamado por las distintas centrales obreras, tanto oficialistas como opositoras.

Pero anoche, sin embargo, lejos de los anuncios oficiales, la Legislatura de la provincia de Neuquén convalidó el acuerdo entre la nieta de la Standar Oil, Chevron, con YPF para la explotación de gas y petróleo no convencionales en el yacimiento de Vaca Muerta. Ningún argentino pudo acceder al convenio porque se esgrimió secreto de empresa y seguridad jurídica. La misma seguridad jurídica que se le ofrece a los tenedores de la fraudulenta deuda externa eterna, se le niega al pueblo de la Nación.

En la mañana del 28 de agosto, cinco mil personas, muchas de ellas militantes de la CTA, organizaciones sociales y pueblos originarios, marcharon hasta las puertas del parlamento neuquino para repudiar este nuevo capítulo del estatuto legal del coloniaje, como diría Arturo Jauretche.

Fueron reprimidos con gases lacrimógenos y balas de goma, tal como hicieron cuando mataron al maestro Carlos Fuentealba, aquel que anunciaba y bebía el amanecer desde su apellido y su práctica cotidiana de enseñar a leer y escribir, a sumar y restar a los hijos de los obreros neuquinos.

Las voces que llegan desde el sur son contundentes sobre la ferocidad de la represión que custodiaba la legalización del acuerdo con la multinacional norteamericana. Fuerzas de seguridad que protegían los intereses extranjeros más que los nacionales, la misma lógica de “la deuda soberana”, la misma lógica de ser “pagadores seriales”, la misma lógica de “ser responsables” ante el mundo.

El diario Río Negro publicó que “un grupo de manifestantes comenzó a derribar las vallas, por lo que la policía reaccionó con gases lacrimógenos que fueron respondidos a pedradas. Minutos más tarde, la Policía reprimió con balas de goma y se registraron al menos dos heridos, informó el mismo medio. Uno de los heridos es un joven de 19 años con dos impactos en la frente. Todavía no hay cifras oficiales ni información sobre detenidos”. Por su parte, el vocero de la Confederación Mapuche, Jorge Nahuel, expresó su "preocupación" porque durante esta jornada pueda repetirse la represión policial contra manifestantes que permanecían frente a la Legislatura de Neuquén, en rechazo de la aprobación del acuerdo entre YPF y Chevron. Nahuel manifestó su repudio por lo ocurrido y que los diputados provinciales aprobaban el pacto entre ambas petroleras darán "impunidad" a Chevron para contaminar los territorios de su comunidad”. También lamentó que hubo "diputados que en lugar de participar" de la movilización estaban "mirando desde la terraza de la Legislatura, como un espectáculo, cómo se reprime al pueblo de Neuquén".

La represión en Neuquén, el convenio de YPF con Chevron, el aumento del mínimo no imponible, son diferentes máscaras que encubren una política económica que suele garantizar más los derechos de los de afuera que los de adentro.


Fuente: Argenpress.info

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