martes, 13 de agosto de 2013

Cuba y EEUU, tan cerca y tan lejos...

Por Luz Marina Fornieles Sánchez

La cercanía geográfica, el histórico diferendo bilateral y un bloqueo multilateral acérrimo de la potencia contra la ínsula, que data de media centuria, hacen que los temas vinculados a Cuba y Estados Unidos resulten siempre actuales y de creciente interés.

Según un reciente estudio de la organización The Havana Consulting Group, el número de estadounidenses de origen cubano esperados en la isla este año podría superar los 520 mil, después que en 2012 arribaron casi 476 mil.



Dicho análisis fue difundido por la emisora de onda corta Radio Habana Cuba, que citó diversas fuentes, entre ellas a la azteca Notimex.

Aseguró el propio reporte que como consecuencia del levantamiento de restricciones a los viajes por el presidente Barack Obama, Estados Unidos se consolidó en el ejercicio precedente como el segundo mercado emisor de viajeros a la Antilla Mayor, incluyendo a los norteamericanos.

El mercado turístico de emigrados cubanos está dejando jugosas ganancias a las agencias con licencia que realizan vuelos fletados a la ínsula y a las aerolíneas, de acuerdo con el amplio análisis de The Havana Consulting Group.

Esa fuente -y otras asentadas en Washington- estiman que la creciente cantidad de cubano-americanos que hace turismo en Cuba, la ley migratoria local de enero pasado (para viajar al exterior solo se necesita pasaporte actualizado y legalizado, visa del país receptor y boleto aéreo) y la nueva flexibilización de visados por Estados Unidos, están poniendo contra las cuerdas a la Ley de Ajuste cubano, aprobada en 1966 por el presidente Lyndon Johnson y que favorece a los cubanos que logran llegar a suelo norteño y obtienen así la residencia, además de otros beneficios, al ser reconocidos como refugiados.

Sin embargo, La Habana considera que el otorgamiento de visas múltiples válidas por cinco años a cubanos que visiten Estados Unidos por motivos personales no cambia la esencia de la política de la Casa Blanca hacia la isla.

El analista Ramón Sánchez-Parodi indicó al respecto que la disposición del Departamento de Estado de la vecina nación, que entró en vigor a principios de mes, no cubre nada de los intercambios pueblo a pueblo ni las medidas de prohibición a sus ciudadanos de viajar a Cuba.

Esta regulación es solo válida para los permisos de no inmigrantes del tipo B2, o sea, aquellos emitidos a personas que viajan como turistas, para visitar familiares, recibir tratamiento médico, o por otros motivos personales. Es conveniente, práctica y políticamente consecuente para el Gobierno de Estados Unidos, sobre todo en el terreno de las relaciones públicas, aclaró.

En ese sentido, declaró al periódico Granma, que la medida le ahorra gastos, tiempo, recursos financieros y humanos, y al mismo tiempo le resulta favorable, pues va dando la imagen de flexibilización en sus relaciones con su contraparte.

Pero esa ilusión se desvanece fácilmente, pues las noticias sobre el particular siguen apareciendo a diario. Tal es el caso de Road Scholar, una organización estadounidense sin fines de lucro y que a mediados de julio anunció una serie de viajes en cruceros a Cuba, los cuales tuvo que cancelar tras recibir una copia arreglada de su licencia pueblo-a-pueblo, emitida por el Departamento del Tesoro y donde se excluye específicamente viajar a la isla “a bordo de un barco”.

Entonces, los planes de Road Scholar, basada en Boston, que consistían en cruceros que partirían desde Miami y Jamaica y harían escalas en La Habana y otros puntos de la ínsula entre diciembre de 2013 y marzo de 2014 se esfumaron, por obra y gracia del bloqueo yanqui.

También por esa medida extraterritorial continúan suscitándose otros hechos bien lamentables.

El Gobierno de la Isla acusó a Estados Unidos de intensificar en las últimas semanas su política anticubana al aplicar multas millonarias a un banco italiano y a una compañía de turismo norteamericana por operar con la Antilla Mayor.

De acuerdo con fuentes del Ministerio de Relaciones Exteriores, últimamente La Unión ha redoblado sus acciones contra La Habana, utilizando para ello su punta de lanza, la Oficina para el Control de los Activos Extranjeros (OFAC).

El pasado 28 junio, la citada Oficina multó a uno de los bancos más importantes de Italia, el Intesa Sanpaolo S.p.A., obligándolo a pagar dos millones 949 mil 030 dólares. Según la investigación realizada por la OFAC, la institución bancaria procesó 53 transferencias a favor de Cuba entre los años 2004 y 2008.

La aplicación extraterritorial de esta sanción pone en evidencia la desfachatez con que Norteamérica trata a sus socios europeos y sienta un precedente negativo para otras instituciones que comercian con el país caribeño.

Como si fuera poco, el pasado 22 de julio la OFAC volvió a multar a otra entidad por violar las medidas restrictivas hacia la ínsula; esta vez con cinco millones 226 mil 120 dólares, la mayor cuantía en lo que va de año.

La víctima fue una de las principales agencias turoperadoras estadounidenses, American Express Travel Related Services Company. Esta es la segunda multa en menos de un mes y la quinta, en lo que va de 2013.

Se alega que subsidiarias extranjeras de tal compañía, así como sus oficinas de representación fuera de fronteras, vendieron 14 mil 487 boletos aéreos para viajar a Cuba desde terceros países, al margen de la licencia que posee American Express Travel para gestionar servicios de viajes a la Isla para los grupos “pueblo a pueblo”.

La Administración norteamericana hace una vez más concesiones absurdas a los detractores del cambio de política hacia su adyacente vecino del Sur, haciendo caso omiso al amplio reclamo popular de liberar totalmente los viajes.

A punto estuvieron las fuerzas de la contrarrevolución miamense de hacer naufragar el viaje de los veteranos de Industriales a Estados Unidos para festejar con varios choques los 50 años del equipo azul, una iniciativa que devino una odisea ante la oposición de la mafia floridana. Después de semanas todo comienza a concretarse, con la partida este domingo de los atletas del patio, de acuerdo con declaraciones publicadas por el Portal Cubasí.

Se calcula que en Estados Unidos radica el 85 por ciento de los casi dos millones de cubanos que han abandonado el archipiélago, una gran mayoría de los cuales mantiene contacto con los familiares y amigos que siguen viviendo en su terruño natal.

Por eso, a pesar de barreras como las descritas, la prevalencia de los lazos afectivos de los cubano-americanos y el atractivo que despierta Cuba, entre los propiamente norteamericanos, los flujos de viajeros seguirán en alza, porque hay fuerzas, sentimientos, solidaridad y nexos como pueblos que no creen en determinaciones imperiales; inoperantes; pero ciertamente lacerantes.


Fuente: ARGENPRESS.info

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