sábado, 21 de septiembre de 2013

Los acuerdos de hidrocarburos y una nueva violación al estado de derecho


Por Alejandro Olmos

Cuando el oficialismo se pronuncia reiteradamente contra las corporaciones, tiene en la mira a solo una de ellas, el Grupo Clarín, que a través de sus acciones jurídicas lo ha enfrentado para conservar sus privilegios, aunque en algún momento acordaron durante la presidencia de Néstor Kirchner. Y digo esto porque no tienen ningún impedimento para negociar con muchas más poderosas como Telefónica, Barrick Gold, Monsanto, Chevron, British Petroleum y con grupos financieros que participaron desde la dictadura militar participaron en el endeudamiento y saqueo de la Argentina como el Citibank, el Barclays, Deutsche Bank, J.P. Morgan, etc
En el mes de julio de este año, no bastando con acordar con Chevron la explotación de petróleo no convencional en Vaca Muerta, a través de un contrato con cláusulas secretas, ahora se ha decidido ir por mas, y según las últimas informaciones publicadas, en pocos días YPF firmaría un acuerdo con Dow Chemical, la multinacional petroquímica más importante del mundo, para explotar la concesión de El Orejano en Vaca Muerta, produciendo gas no convencional. La particularidad de este nuevo contrato, consiste en que YPF va a ceder a la petroquímica estadounidense la mitad de la concesión, por cifras que aún se desconocen, ya que siempre estas negociaciones son confidenciales, como también los instrumentos que les dan forma y concretan la operación.

Las conversaciones comenzaron en el año 2012 cuando James Fitterling, uno de los vicepresidentes de Dow se reunió con Miguel Galuccio, presidente de YPF, quien planteo que su empresa no podía crecer en la Argentina por la falta de suministro adecuado de gas en su planta del Polo Petroquímico de Bahía Blanca. Allí Galuccio mostró las posibilidades de explotación de El Orejano y la utilización de esos recursos por parte de Dow Chemical para utilizarlos en su industria. Cabe apuntar que El Orejano, situado en la extensión llamada Vaca Muerta aporta un volumen de gas de entre 250.000 y 300.000 metros cúbicos, pero cuando se ponga en marcha a través del acuerdo aportará 2.000.000 de metros cúbicos de gas seco.

Fue así que el 26 de marzo de este año, Galuccio y su par de Dow Chemical para la Región Sur de Latinoamérica, Jorge La Roza, firmaron un Memorándum de Entendimiento (MOU), formalizándose el contrato los próximos días. Este es un principio de acuerdo para otras inversiones, ya que Galuccio expresó “Hemos encontrado en Dow un socio de mucha importancia, que ha mostrado desde el inicio de las conversaciones un máximo interés y una firme decisión de poder involucrarse como actores directos en la transformación que el país está protagonizando en la explotación de los recursos no convencionales”. A su vez, La Roza sostuvo “Este acuerdo fortalece la posición competitiva de Dow, consolida nuestra relación con YPF y refleja nuestro compromiso y contribución al desarrollo económico e industrial de la Argentina”

Como ocurre con estas contrataciones nutridas de cláusulas confidenciales, con sometimiento a otras jurisdicciones en caso de controversia, y donde siempre se resguarda el interés extranjero, esta nueva operación con Dow no escapa a tales parámetros, debiendo tenerse en claro que a la petroquímica le interesan sus negocios y la rentabilidad máxima que pueda obtener de ellos. Las referencias al desarrollo argentino, son pura hojarasca dialéctica propia de los operadores de este nuevo acuerdo con una transnacional.

Estimo que antes de celebrar este nuevo contrato, las autoridades de YPF deberían haber tomado en cuenta, como una elemental medida de prudencia, los peligrosos antecedentes de Dow Chemical, cuya trayectoria es paradigmática, en cuanto a la contaminación del medio ambiente, la fabricación de sustancias peligrosas y contaminantes. No lo hicieron, porque seguramente los criterios de Galuccio son parecidos a los de la petroquímica norteamericana y solo interesa el negocio a realizar. El medio ambiente y la vida humana son apenas detalles para los conglomerados empresarios para los que la muerte de las personas solo son cifras estadísticas y parte de los costos derivados de sus operaciones.

Para dar algunos datos que darán alguna idea de lo que es Dow Chemical podría comenzar con la tragedia de Bophal, causada por Union Carbide de propiedad de aquella, que el 2 de diciembre de 1984, debido a una fuga de 27 toneladas de gases letales mataron a 8.000 personas, dejaron con graves secuelas a 150.000, y contaminaron con niveles peligrosos de mercurio, tetracloruro de carbono y otros contaminantes el agua que deben beber más de 20.000 personas. Si bien Dow Chemical en esa época no había comprado la empresa, se negó después a asumir sus responsabilidades, negando en todos los casos cualquier tipo de reparación y desconociendo los reclamos de la justicia india. En cuanto a las consecuencias de su actividad empresarial, van algunos antecedentes:

1.- Tumores cerebrales. En 1980, los investigadores encontraron que 25 trabajadores de las instalaciones de la empresa en Freeport, Texas, tenían tumores cerebrales, 24 de los cuales fueron mortales.

2.- Muertes de trabajadores. Dow tiene una larga historia de explosiones e incendios en sus instalaciones. Un ejemplo: en mayo de 1979 una explosión destruyó las instalaciones de Dow Chemical en Pittsburgh, provocando la muerte de dos trabajadores y heridas a más de 45.

5.- Experimentos de Holmesburg. En enero de 1981, un artículo del Philadelphia Inquirer reveló que Dow Chemical había pagado a un dermatólogo de la Universidad de Pensilvania para que hiciera ensayos con dioxina con reclusos de la Prisión de Holmesburg, de Filadelfia cuyos resultados serían utilizados y en gran escala contra la población civil vietnamita. Los ensayos se realizaron en 1964 sobre 70 internos. Cabe aclarar que las dioxinas son sustancias dañinas, que además de cancerígenas son millones de veces más tóxicas que el cianuro

6.- Río Brazos, Freeport, Texas. Un titular de febrero de 1971 del Houston Post decía: "El río Brazos está muerto". En 1970 y 1971, las actividades de Dow en ese lugar vertieron más de 17.000 millones de litros de aguas residuales al día en el Brazos y en el golfo de México.

7.- El Tittabawassee. Río y cuenca fluvial contaminados por Dow en su ciudad natal, Midland, Michigan.

8.- Dursban. El Chlorpyrifos, un pesticida tóxico que ha resultado tener los efectos de un agente nervioso que denunció Rachel Carson. También ensayado en presos en Nueva York en 1971 y en 1998 en un laboratorio de Lincoln, Nebraska. Sustituyó al DDT cuando éste fue prohibido en 1972.. En junio del 2000, la Agencia de Protección Medioambiental limitó su uso.

9.- DBCP. Ingrediente activo tóxico del Fumazone, pesticida fabricado por Dow. Los médicos que sometieron a análisis a quienes trabajaban con DBCP pensaron que se habían hecho la vasectomía: no había presencia de esperma.

10.- Antisindicalismo. En 1967, los sindicatos representaban a casi todos los trabajadores de producción de Dow. Pero desde entonces, según el Departamento del Metal de la Federación Estadounidense del Trabajo-Congreso de Organizaciones Laborales, Dow emprendió una "injustificable campaña para deshacerse de los sindicatos."

11. 2,4,5 T. Uno de los ingredientes tóxicos del agente naranja. El investigador Jack Doyle desmenuzara las actividades contaminantes de la petroquímica, dice que "Dow luchó a brazo partido por este producto químico; persistió en todas las formas posibles ante los tribunales y los organismos públicos, en los niveles estatal y federal, para comprar más tiempo para este producto. Acudieron a los tribunales de Arkansas a principios de los años setenta para cuestionar al administrador de la Agencia de Protección Medioambiental (EPA). Lo hicieron para ganar algo de tiempo extra para la comercialización, y consiguieron dos años, aunque parece que Dow ya sabía entonces que este producto era un mal agente, que había provocado defectos de nacimiento en animales de laboratorio, y también se estaba empezando a encontrar por entonces en la grasa del cuerpo humano. Pero hasta 1983 Dow no dejó de fabricar 2,4,5-T en Estados Unidos, y hasta 1987 no abandonó su producción en Nueva Zelanda. Y la demanda judicial sobre los efectos en la salud del 2,4,5-T continúa hasta la fecha.

12. PER. Percloroetileno, la sustancia peligrosa que se emplea en todas partes para la limpieza en seco. Dow trató de socavar alternativas más seguras.

13. Mercurio. En Canadá, Dow produjo cloro empleando el método de celdas de mercurio desde 1947. Gran parte del mercurio fue reciclado, pero también se vertieron cantidades significativas en el medio ambiente en forma emisiones en la atmósfera, vertidos en el agua, lodos residuales y en productos finales. En marzo de 1970, los gobiernos de Ontario y Michigan detectaron niveles elevados de mercurio en los peces del río St. Clair, el lago St. Clair, el río Detroit y el lago Erie. Las autoridades estatales y locales demandaron a Dow por contaminación por mercurio.

14. 2,4-D. Un herbicida producido por Dow Chemical. Sigue empleándose en la actualidad. Utilizado para matar las malas hierbas del césped, de los cultivos y de praderas, a lo largo de los derechos de paso de las empresas de servicios y de las vías de ferrocarril. Uno de sus ingredientes básicos es el agente naranja, el defoliante tóxico utilizado en Vietnam. El 2,4-D es el herbicida más usado en el mundo.

15.- Rocky Flats. El emplazamiento secreto en Colorado de Dow Chemical desde 1952 hasta 1975. Fue una pesadilla medioambiental para la zona de Denver.

16.- Agente naranja/napalm. El herbicida tóxico y la gelatina de gasolina utilizados en Vietnam creó horrores para jóvenes y viejos. Y un gran revuelo en Estados Unidos que obligó a Dow a replantearse su estrategia de relaciones públicas. Esto les significó importantes demandas judiciales, y 90 veteranos de guerra norteamericanos obtuvieron una indemnización de 180 millones de dólares por haber estados expuestos a estos agentes.

Para terminar con la información sobre este conglomerado multinacional, es importante consignar que varias empresas que tienen parte de su capital accionario, son a su vez accionistas de las petroleras que operan en la plataforma continental como Rockhopper, en Desire Petroleum y Falkland Oil and Gas y Borders & Southern Petroleum, en clara violación a la Ley 26659. (Ley Solanas)

Como puede observarse, el gobierno nacional y popular no vacila en realizar acuerdos con corporaciones internacionales, que en su afán desmedido de lucro tienen un absoluto desprecio por la vida de las personas y el respeto por el medio ambiente. Además, YPF que supuestamente se recuperó para comenzar una etapa distinta de soberanía hidrocarburífera, violaría en forma expresa, una ley votada por la gran mayoría parlamentaria, mostrando una vez más como mediante el palabrerío oficialista se pretende ocultar la realidad de negociaciones secretas y posibles nuevos sometimientos jurisdiccionales y económicos que resultan una verdadera afrenta a la dignidad de nuestro país.

Fuente: Rebelión

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