martes, 1 de octubre de 2013

La larga marcha de Andresito

Por Carlos Del Frade (APE)

-Soy hija de tarefera, de los que cosechan la yerba que luego se usa para tomar mate en todo el país. Cuando termina la cosecha que dura de setiembre a marzo, mi papá llega con la ropa hecha harapos… Mi papá gana, con suerte, 200 pesos por semana y acá estamos defendiendo los ríos porque amamos esta tierra, amamos nuestra provincia y la vamos a querer hasta el fin de nuestros días… y nadie nos la va a venir a inundar porque quieran hacer negocios con mega represas que responden a necesidades que no son nuestras, que no son misioneras. Y aunque seamos trabajadores pobres no perdemos ni la dignidad ni la alegría de defender nuestra provincia - dice la enfermera María Alves.



Ella es una de los centenares de personas que durante toda una semana marcharon entre los ríos Uruguay y Paraná, desde Panambí hasta Posadas, para expresar su rechazo a las mega represas que quieren construir a costa de hundir algunas comunidades como ya ocurriera en Federación, Entre Ríos, o con la experiencia de Yacyretá.

Tareferos, maestros, fotógrafos, trabajadores humildes, recorrieron la provincia con forma de península que parece meterse como cuña en el territorio brasileño, con el objetivo de mostrar la firme decisión del pueblo de abajo de lograr un plebiscito, tal como lo dice la constitución provincial que consulte de verdad a la ciudadanía si quieren llevar adelante un emprendimiento que parece más un negocio que una respuesta a las necesidades.

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“Ríos libres para pueblos libres”, dicen los caminantes, los marchantes de la tierra roja, los protagonistas de un hecho político y social que, lamentablemente, no tuvo repercusión en los grandes medios. Y eso que es una pelea por defender la naturaleza, la ecología. Eso que suele tener tan buena difusión cuando se trata de sectores medios que se muestran preocupados por la suerte del oso blanco del Ártico pero que no encuentra el mismo espacio cuando son vecinos de basureros a cielo abierto, bloqueras o empresas contaminantes en los barrios de las grandes ciudades de la Argentina.
 
Durante una semana los más humildes entre los humildes, cruzaron la geografía misionera para exigirle al gobernador Maurice Closs un mínimo de vergüenza política para que convoque al plebiscito y suspenda la realización de obras que condenan el equilibrio natural y subordina los bienes comunes al interés de los represadores represores, como bien dijeron los misioneros caminantes de estos días.

¿De dónde viene esta marcha?.

¿Dónde surge tanta fuerza, tanta mística para defender la tierra roja y los ríos libres de los pueblos libres?.

Cuenta el investigador y periodista Alfredo Montenegro que “en 1815, con el auge del federalismo artiguista en el litoral, Andresito asume el cargo de Comandante General de Misiones. Recupera los pueblos misioneros invadidos por tropas paraguayas y en 1816, desde Santo Tomé, parte al frente de mil hombres con la intención de recuperar las misiones orientales…

Andresito repartió tierras a indios y negros. “Ni bien llegaron los guaraníes secuestraron de las casas de las ricas familias a un grupo de niños blancos, hijos de los patrones, cuyo número era igual al de los niños guaraníes esclavizados”, dicen Machón y Cantero. Una semana después, Andresito convocó a las desesperadas madres, y tras devolverles a sus hijos sin ningún rasguño, les dijo que esperaba que la experiencia les sirviera de lección, “para recordar que las madres indias también tienen corazón: muchas de ustedes han sacado sus niños a las mujeres guaraníes, como si eso fuera natural”. Luego organizó obras de teatro con chicos. Como las familias de clase alta no asistieron, “convocó a todos los hombres a la plaza central y los mandó a arrancar los yuyos. Luego organizó una fiesta y obligó a las mujeres a bailar con los soldados de su ejército”, explican los autores de “Andrés Guacurarí y Artigas””.

La épica marcha por los ríos libres, integrada por mujeres como María Alves, es, en realidad, la continuidad de ese sueño colectivo inconcluso que reclama la construcción de una sociedad donde la palabra libertad sea sinónimo de igualdad y alegría para los pibes, aquello por lo que luchaba Andresito Artigas.

Fuentes del autor: Entrevista a María Alves, realizada por el autor de esta crónica en el programa “Sobre la Hora”, por AM 990, Radio Splendid, Buenos Aires, el sábado 28 de setiembre de 2013 - Notas y comentarios de Alfredo Montenegro, especialista en Andresito Artigas - Agencia de Noticias CTA y “La Olla TV”.

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